Muchas veces
había escuchado esa palabra, no entendiendo su importancia, y como no soy
experto económico, tuve que hacer mi tarea...
Al final entendí lo que más o menos
es. LA VOLATILIDAD para nuestros intereses es un indicador bursátil que
permite conocer si estamos ante un valor, índice o cualquier activo cotizado,
con probabilidades de tener movimientos más o menos bruscos en su cotización.
Por tanto,
podemos entender la volatilidad como una medida de riesgo. Cuanto mayor sea la
volatilidad de un activo, mayor es el riesgo que representa invertir en
él. Mide la velocidad con la que varía
el precio de un activo al alza o a la baja.
Existen tres
tipos de volatilidad:
Histórica: Se
observa la volatilidad del valor durante los últimos años.
Implícita:
Hace referencia a la expectativa del mercado sobre la volatilidad.
Futura: De
ella depende la correcta valoración del activo.
La
volatilidad depende por un lado, del sector al que pertenece el título (por
ejemplo las inmobiliarias son activos muy volátiles), de los resultados de la
empresa (dependiendo de las expectativas sobre ellos pueden registrarse
movimientos bruscos), y del mercado en general.
La
volatilidad es vista con frecuencia como negativa en tanto que representa
incertidumbre y riesgo. Sin embargo, la volatilidad puede ser positiva en el
sentido de que puede permitir obtener beneficio si se vende en los picos y se
compra en las bajas, tanto más beneficio cuanto más alta sea la volatilidad. La
posibilidad de obtener beneficios mediante mercados volátiles es lo que permite
a los agentes de mercado a corto plazo obtener sus ganancias, en contraste con
la visión inversionista a largo término de "comprar y mantener" (Inversión corporativa).
Podemos
obtener rentabilidad de nuestras operaciones de dos maneras: Al alza o
"largos", que consiste en comprar acciones en previsión de una
tendencia alcista, para su posterior venta en rangos de precios más altos que
los de compra. En el caso de estar inmersos en una tendencia bajista también
podemos obtener beneficios operando a la baja o "corto", vendiendo acciones
a precios altos para recomprarlas a precios más bajos.
Esta forma de
inversión es la que sustenta lo que en su momento llamamos “especulativa”. Debemos tener en cuenta que es menester tener
mucho cuidado al negociar acciones de esta forma, ya que se necesita cierta
experiencia, conocimiento y un “olfato” muy sensible para realmente obtener
ganancias. Pero es una buena alternativa
y los expertos lo saben.
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